“¿Tienes algún consejo sobre cómo lidiar con las rabietas de un niño de 5 años? Lleva unos meses de muy mal humor.”

Portrait of boy, emotion, angry, grey background

Las rabietas son menos comunes después de los 3 años, pero aún pueden ocurrir a los 5. Sin embargo, si está preocupada, consulte a tu médico.

Las rabietas son episodios breves de comportamientos extremos y, a veces, agresivos, en respuesta a la frustración o la ira. Suelen incluir llanto, golpes, lanzamiento de objetos, empujones, y retención de la respiración. Las rabietas ocurren por hambre, cansancio, enfermedad y frustración. Por lo tanto, la prevención es la mejor manera de evitarlas.

Ocurren porque a tu hijo aún le puede resultar difícil controlar sus emociones. A medida que tu hijo crece y aprende a expresar sus sentimientos con palabras, la frecuencia, duración e intensidad de las rabietas disminuyen (¡no te desesperes! Hay luz al final del túnel).

Si no logras prevenirlas, no hay mucho que puedas hacer una vez que comiencen. Lo mejor es esperar. Asegúrate de que tu hijo esté seguro (a veces se puede golpea la cabeza contra la pared o el suelo), quédate cerca, pero no hagas nada. Una vez que termine, límpiale las lágrimas y redirige su atención a otra actividad.

El acrónimo (en inglés) R.I.D.D. puede ayudarte a manejar las rabietas:

  • Mantén la calma
  • Ignora la rabieta
  • Distrae al niño en cuanto termine
  • Asegúrate de que tu hijo esté seguro, pero no cedas a sus exigencias.

No cedas. Si cedes ante la rabieta, estás reforzando el comportamiento y tu hijo sabrá que si tiene una rabieta, conseguirá lo que quiere. Sabemos que puede ser doloroso verlo, pero lo mejor para tu hijo es que esperes a que termine.

Las rabietas pueden llevarte al límite. Intenta mantener la calma lo más posible. Si crees que vas a perder los nervios, asegúrate de que tu hijo esté seguro y sal de la habitación unos segundos para tranquilizarte. Otra técnica útil es llamar a un amigo y charlar un rato para distraerte mientras te aseguras de que tu hijo esté seguro. O pídele a un vecino que venga. Y recuerda, esta fase no durará para siempre, aunque a veces parezca que sí.

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Os deseo todo lo mejor. 

Un abrazo,

Ana

Dr Ana Aznar

“¡Ayuda! Mi hijo de 3 años está fuera de control. Rompe todo, se enfada, está irritable, es incontrolable».

Beautiful blond child crying and shouting with tantrum laying on the floor at home.

A los 3 años, a tu hijo le resulta muy difícil controlar sus emociones. Y a esta edad, cuando está feliz, está MUY feliz, y cuando está enfadado, está MUY enfadado. A esta edad, los niños se vuelven más independientes. La mayoría ya puede caminar y, con esta nueva independencia física, quieren que se les permita hacer cosas. Y cuando les dices «NO», empieza la frustración. Y como no pueden controlar esa frustración ni expresar cómo se sienten, ¡empiezan las rabietas!

Las rabietas ocurren por hambre, cansancio, enfermedad y frustración. Por lo tanto, la prevención es la mejor manera de evitarlas.

Algunos consejos útiles son:

  • Establece una rutina consistente para que el niño sepa cuándo es hora de ir a dormir, bañarse, comer y jugar. 

  • Lleva algo de comer cuando salga para evitar que tu hijo tenga hambre.

  • Si es posible, evite actividades “aburridas” como ir al supermercado o a la oficina de correos alrededor de la hora de la siesta o del almuerzo, cuando es más probable que su hijo esté de mal humor.

  • Ten juguetes a mano para poder distraer a su hijo si comienza a ponerse nervioso.

Si no logras evitarlo, no hay mucho que puedas hacer una vez que empiece la rabieta. Lo mejor es esperar a que pase. Asegúrate de que tu hijo esté seguro (a veces se golpea la cabeza contra la pared o el suelo), quédate cerca, pero no hagas nada. Una vez que termine, límpiale las lágrimas y redirige su atención a otra actividad.

El acrónimo (en inglés) R.I.D.D. puede ayudarte a manejar las rabietas (es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos):

  • Mantén la calma
  • Ignora la rabieta
  • Distrae al niño en cuanto termina la rabieta
  • Asegúrate que tu hijo está bien pero no de les lo que quiere 

No cedas. Si cedes ante la rabieta, estás reforzando el comportamiento y tu hijo sabrá que si hace una rabieta, conseguirá lo que quiere. Sabemos que puede ser doloroso verlo, pero lo mejor para tu hijo es que esperes a que termine.

Por último, recuerda que los niños aprenden más de lo que hacemos que de lo que decimos. Sé un buen ejemplo para tu hijo y gestiona tus emociones con calma.

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Os deseo todo lo mejor. 

Un abrazo,

Ana

Dr Ana Aznar

“Mi hija de 3 años tiene rabietas por todo. ¿Cómo puedo pararlo?”

Upset child sitting on bench crying with greenery in the background.

Las rabietas son episodios breves de comportamiento extremo, y a veces agresivo, en respuesta a la frustración o la ira. Suelen incluir llanto, golpes, lanzamiento de objetos, mordiscos, empujones, y retención de la respiración.

Las rabietas ocurren porque en esta etapa es muy difícil para tu hijo controlar sus emociones. A esta edad, cuando está feliz, está MUY feliz, y cuando está enfadado, está MUY enfadado. A esta misma edad, los niños se vuelven más independientes. La mayoría ya pueden caminar y, con esta nueva independencia física, quieren que se les permita HACER cosas. Y cuando les dices «NO», comienza la frustración. Y como no pueden controlar esa frustración ni expresar cómo se sienten, ¡empieza la rabieta!

Las rabietas ocurren por hambre, cansancio, enfermedad y frustración. Por lo tanto, la prevención es la mejor manera de evitarlas.

Algunos consejos útiles son:

  • Establece una rutina constante para que el niño sepa cuándo es hora de acostarse, bañarse, comer y jugar.
  • Si es posible, evita actividades aburridas como ir al supermercado o a la oficina de correos cerca de la siesta o la hora de comer, cuando tu hijo es más propenso a estar de mal humor.
  • Ten juguetes listos para distraer a tu hijo si empieza a frustrarse.
  • Si no logras evitar la rabieta, no hay mucho que puedas hacer una vez que comience la rabieta. Lo mejor es esperar a que pase. Asegúrese de que tu hijo esté seguro (a veces se golpean la cabeza contra la pared o el suelo), quédate cerca, pero no haga nada. Una vez que termine, redirije su atención a otra actividad.

El acrónimo R.I.D.D. (en inglés). Puede ayudarte a controlar las rabietas:

  • Mantén la calma
  • Ignora la rabieta
  • Distrae al niño en cuanto termine
  • Asegúrate de que tu hijo esté seguro, pero no cedas a sus exigencias.

No cedas. Si cedes a la rabieta, estás reforzando el comportamiento y tu hijo sabrá que si tiene una rabieta, conseguirá lo que quiere. Sabemos que puede ser doloroso verlo, pero lo mejor para tu hijo es que esperes a que termine la rabieta.

Las rabietas ocurren entre los dos y los tres años, pero pueden ocurrir incluso a los 12 meses. Se presentan en el 87 % de los niños de 18 a 24 meses, el 91 % de los de 30 a 36 meses y el 59 % de los de 42 a 48 meses. Suelen ocurrir una vez al día durante unos tres minutos. A medida que tu hijo crece y aprende a expresar sus sentimientos con palabras, la frecuencia, duración y gravedad de las rabietas disminuyen (¡no desesperes! Hay luz al final del túnel).

Las rabietas y las crisis pueden llevarte al límite. Intenta mantener la calma lo más posible. Si crees que vas a perder los estribos, trata de mantener la calma. Si ves que vas a perder los nervios, vete de la habitación o llama a una amiga.

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Un abrazo,

Ana

Dr Ana Aznar

«¿Cuándo terminan las rabietas infantiles? Mi hija de 3 años tiene crisis por todo, y casi me parto de risa; es tan, tan frecuente todos los días.»

Upset child sitting on bench crying with greenery in the background.
child throwing a tantrum

Las rabietas suelen ocurrir entre los 1 y los 4 años, y especialmente entre los 2 y los 3 años. La mayoría de los niños tienen menos rabietas y más leves alrededor de los 4 o 5 años, a medida que mejoran su regulación emocional, lenguaje y control de impulsos. Sin embargo, algunos niños siguen teniendo rabietas ocasionales hasta los 6 o 7 años, especialmente cuando se sienten abrumados, hambrientos o cansados.

Algunos niños tienen muchas rabietas, mientras que otros casi ninguna. Esto depende mucho de su temperamento y, en cierta medida, de cómo gestionamos los padres sus rabietas.

Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a gestionarlas:

  • No cedas: si cada vez que tu hijo tiene una rabieta, le das lo que quiere, repetirá el comportamiento. Mantén la calma y espera a que la rabieta termine.
  • Mantén una rutina constante: los niños se sienten más en control cuando conocen sus límites y lo que viene después.
  • Sé proactivo: intenta evitar situaciones en las que pueda tener una rabieta. Por ejemplo, no lo lleves a hacer recados justo antes de la siesta o cuando tenga hambre. O distráelo cuando veas que se pone de mal humor.
  • No te lo tomes como algo personal: tu hijo tiene rabietas porque es la única manera que conoce de gestionar sus emociones y expresarse. No lo hace para fastidiarte. Sé que es difícil mantener la calma, sobre todo si las tiene tan a menudo, pero ten en cuenta que esta fase no durará para siempre.

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Ana

Dr Ana Aznar

Nos ha pasado a todos: Estás en el supermercado con tu hijo de 2 años. Intentas distraerle para que no vea las galletas pero las ve y cuando le dices que es tarde para comer galletas y que no se las vas a comprar, ya sabes lo que viene: Crisis total en el pasillo 31 del supermercado. Algunos clientes te miran con cara de «Qué mal padre» mientras otros ponen cara de «Te entiendo totalmente, no te preocupes«. ¿Y tú qué haces? ¿Sacas a tu hijo a rastras del supermercado o le dejas llorando y pataleando en el suelo durante los 20 minutos más largos de tu vida?  

Veamos la ciencia detrás de las rabietas.

¿Qué Es una Rabieta?

Son episodios breves de conductas extremas y en ocasiones agresivas en respuesta a la frustración o la ira. Por lo general, incluyen: llorar, golpear, arrojar objetos, morder, empujar, y contener la respiración.

¿Por qué Ocurren las Rabietas?

Suceden porque en esta etapa a tu hijo le resulta muy difícil controlar sus emociones. A esta edad los niños cuando están felices, están MUY felices y cuando están enfadados, están MUY enfadados. Al mismo tiempo, los niños se vuelven más independientes. La mayoría de ellos ahora pueden caminar y con esta recién adquirida independencia física, quieren que se les permita hacer cosas. Y cuando les dices “NO”, comienza la frustración. Y como no pueden controlar esa frustración y no tienen la capacidad de decirte cómo se sienten, ¡comienza la rabieta!

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Entonces… ¿Puedo Evitar que Ocurran las Rabietas?

Buenas noticias: ¡Sí! Las rabietas ocurren por hambre, cansancio, enfermedad y frustración. Por eso, la prevención es la mejor forma de evitarlas.

Algunos Consejos Útiles Son:

  • Establece una rutina constante para que el niño sepa cuándo es hora de acostarse, bañarse, comer y jugar.
  • Lleva siempre algo de comer cuando estés fuera de casa para evitar que tu hijo tenga hambre y se ponga de mal humos. 
  • Si es posible, evita actividades “aburridas” como ir al supermercado o a la oficina de correos a la hora de la siesta o de la cena, cuando es más probable que tu hijo esté cansado e irritable.
  • Ten juguetes listos para distraer a tu hijo si comienza a frustrarse.

La Teoría Está Muy Bien Pero No Pude Evitar la Rabieta y Ahora Me Enfrento a una Rabieta Bestial: ¿Qué Hago?

No hay mucho que puedas hacer una vez que comienza la rabieta. Lo mejor que puedes hacer es esperar. Asegúrate de que tu hijo esté seguro (a veces se pueden golpear la cabeza contra la pared o el suelo), y quédate cerca pero no hagas nada. Una vez que terminen, sécale las lágrimas y redirige su atención a otra actividad.

No cedas. Si cedes a la rabieta, estás reforzando el comportamiento y tu hijo sabrá que cada vez que tenga una rabieta, obtendrá lo que quiere. Sabemos que puede ser doloroso ver llorar y patalear a tu niño, pero lo mejor para él es esperar a que termine.

Mi Hijo Se Acerca a los Dos Años: ¿Con Qué Frecuencia Puedo Esperar que Ocurran Rabietas?

Stressed mother sitting on the sofa while her adhd children run around the living room. Hyperactive son and daughter giving single parent a headache. Active siblings chasing each other in the house

Las rabietas ocurren entre los dos y tres años de edad, pero pueden ocurrir incluso a los 12 meses. Ocurren en el 87 % de los niños de 18 a 24 meses, el 91 % de los de 30 a 36 meses y el 59 % de los de 42 a 48 meses. Suelen ocurrir una vez al día durante unos tres minutos. No existen diferencias en la prevalencia de rabietas entre niños y niñas.

A medida que el niño crece y aprende a expresar con palabras sus sentimientos, la frecuencia, duración y gravedad de las rabietas disminuyen (¡No desesperes! ¡Hay luz al final del túnel).

¿Qué Pasa con las Rabietas en el Caso de los Niños Neurodivergentes?

Los niños neurodivergentes pueden experimentar rabietas más frecuentes y agresivas porque suelen tener más dificultades para expresar sus sentimientos.

En el caso de los niños con autismo, es importante diferenciar entre rabietas y crisis nerviosas. Una crisis es más emocional, más fuerte, dura más y es más difícil de manejar que una rabieta. Una crisis ocurre cuando el niño se siente abrumado sensorial o emocionalmente. Es un signo de angustia que el niño no puede controlar. Las crisis pueden durar hasta 20 minutos y pueden ocurrir a cualquier edad.

Al igual que las rabietas, las crisis pueden prevenirse reconociendo los desencadenantes y utilizando técnicas como la distracción y manteniendo una rutina constante. Lo más importante que debe hacer en caso de una crisis nerviosa es asegurarse de que su hijo esté seguro y no pueda lastimarse mientras dure.

Entiendo Cómo Cuidar a mi Hijo Durante una Rabieta o una Crisis, Pero ¿Qué Pasa Conmigo?

Las rabietas y las crisis pueden llevarte al límite. Estamos contigo.

Intenta mantener toda la calma que puedas. Si crees que vas a perder el control, asegúrate de que tu hijo esté a salvo y sal de la habitación unos segundos para calmarte. Otra técnica útil es llamar a un amigo y charlar para distraerte mientras te asegura sde que tu hijo esté seguro. O pedirle a un vecino que entre en casa.

Los niños pequeños pueden hacerte perder los nervios. Intenta mantener la calma y no perder la paciencia. Y recuerda, aunque a veces lo parezca, esta fase no durará para siempre.

Esperamos que hayas encontrado útil este artículo. Recuerda que te puedes pone ren contacto con tu expert de REC Parenting para comentarle cualquier duda.  Si tienes alguna pregunta o comentario, envíanos un correo electrónico a hello@recparenting.com Estamos aquí para ayudarte a tí y a tu familia.

Con todo nuestro cariño,

Ana

Dra Ana Aznar

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