Mi Hija de 3 Años Tiene Rabietas por Todo
“Mi hija de 3 años tiene rabietas por todo. ¿Cómo puedo pararlo?”

Las rabietas son episodios breves de comportamiento extremo, y a veces agresivo, en respuesta a la frustración o la ira. Suelen incluir llanto, golpes, lanzamiento de objetos, mordiscos, empujones, y retención de la respiración.
Las rabietas ocurren porque en esta etapa es muy difícil para tu hijo controlar sus emociones. A esta edad, cuando está feliz, está MUY feliz, y cuando está enfadado, está MUY enfadado. A esta misma edad, los niños se vuelven más independientes. La mayoría ya pueden caminar y, con esta nueva independencia física, quieren que se les permita HACER cosas. Y cuando les dices «NO», comienza la frustración. Y como no pueden controlar esa frustración ni expresar cómo se sienten, ¡empieza la rabieta!
Las rabietas ocurren por hambre, cansancio, enfermedad y frustración. Por lo tanto, la prevención es la mejor manera de evitarlas.
Algunos consejos útiles son:
- Establece una rutina constante para que el niño sepa cuándo es hora de acostarse, bañarse, comer y jugar.
- Si es posible, evita actividades aburridas como ir al supermercado o a la oficina de correos cerca de la siesta o la hora de comer, cuando tu hijo es más propenso a estar de mal humor.
- Ten juguetes listos para distraer a tu hijo si empieza a frustrarse.
- Si no logras evitar la rabieta, no hay mucho que puedas hacer una vez que comience la rabieta. Lo mejor es esperar a que pase. Asegúrese de que tu hijo esté seguro (a veces se golpean la cabeza contra la pared o el suelo), quédate cerca, pero no haga nada. Una vez que termine, redirije su atención a otra actividad.
El acrónimo R.I.D.D. (en inglés). Puede ayudarte a controlar las rabietas:
- Mantén la calma
- Ignora la rabieta
- Distrae al niño en cuanto termine
- Asegúrate de que tu hijo esté seguro, pero no cedas a sus exigencias.
No cedas. Si cedes a la rabieta, estás reforzando el comportamiento y tu hijo sabrá que si tiene una rabieta, conseguirá lo que quiere. Sabemos que puede ser doloroso verlo, pero lo mejor para tu hijo es que esperes a que termine la rabieta.
Las rabietas ocurren entre los dos y los tres años, pero pueden ocurrir incluso a los 12 meses. Se presentan en el 87 % de los niños de 18 a 24 meses, el 91 % de los de 30 a 36 meses y el 59 % de los de 42 a 48 meses. Suelen ocurrir una vez al día durante unos tres minutos. A medida que tu hijo crece y aprende a expresar sus sentimientos con palabras, la frecuencia, duración y gravedad de las rabietas disminuyen (¡no desesperes! Hay luz al final del túnel).
Las rabietas y las crisis pueden llevarte al límite. Intenta mantener la calma lo más posible. Si crees que vas a perder los estribos, trata de mantener la calma. Si ves que vas a perder los nervios, vete de la habitación o llama a una amiga.
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Os deseo todo lo mejor.
Un abrazo,
Ana